La Coccigodinia es el dolor del hueso cóccix / coxis (la comúnmente llamada “rabadilla”). Las causas de aparición de este dolor suele ser por traumatismo directo (caída o parto).
¿QUE OCURRE?
Ya sea por el propio traumatismo o por el dolor que genera el aumento de tensión de las estructuras relacionadas con el cóccix (ligamentos sacrococcígeos y pubococcígeos, músculo glúteo mayor y elevador del ano), se suele encontrar una hipomovilidad sacro-coccígea. Esta hipomovilidad afectará directamente a la musculatura del suelo pélvico (elevador del ano principalmente) y ligamentos que se encontrarán:
- En el desplazamiento anterior/contranutación: suelo pélvico hipertónico y fijando el cóccix junto a ligamentos sacrococcígeos anteriores en posición acortada. Ligamentos posteriores sobreestirados e inserción glútea reactiva.
- En el desplazamiento posterior/nutación: suelo pélvico en tensión e hipotónico y ligamentos sacrococcígeos posteriores en posición de acortamiento. Ligamentos anteriores sobreestirados, fijación de la posición por el glúteo mayor y un mayor componente de choque articular posterior.
Tanto la hipertonía como hipotonía del suelo pélvico generan una debilidad que, mantenida en el tiempo, puede derivar en incontinencias urinarias.
SÍNTOMAS
La sintomatología puede consistir en:
- Dolor sordo en la región sacrococcígea («rabadilla»)
- Dolor sordo en el suelo pélvico
- Dolor agudo a la presión coccígea (al sentarse)
- Dolor agudo a la movilización sacro-coccígea por contracciones musculares y tensión de ligamentos relacionados (defecar, saltar, correr, aperturas de pierna…)
- Debilidad del suelo pélvico
- Debilidad Core-stability
- Incontinencia urinaria (principalmente de esfuerzo)
TRATAMIENTO
El tratamiento de la coccigodinia consistirá en un primer momento en evitar aquellas actividades que irriten aún más el cóccix (sentarse en superficies duras, saltos, maniobras de Valsalva…).
Se podrán aplicar técnicas analgésicas (como electroterapia, microondas o uso de cojines ergonómicos) para reducir el dolor. Cinesiterapia pasiva lumbo-pélvica y sacro-coccígea para recuperar la movilidad perdida, toma de conciencia sobre el suelo pélvico, normalización del tono muscular del suelo pélvico y del glúteo mayor.
Después, una vez el dolor se haya reducido y se haya recuperado algo de funcionalidad, se comenzará con cinesiterapia activa sacro-coccígea, termoterapia y un programa de ejercicios progresivos y adaptados en el que se incluya la activación del suelo pélvico, del core-stability y de la movilidad lumbo-pélvica.